«Campamento está lleno de pequeñas cosas que pueden significar todo, siendo la oportunidad perfecta para crecer más como persona y encontrarse con Dios. Ver la felicidad de otras personas por cosas simples como pintar, hablar o hacer una actividad, no tiene precio. Gracias a campamento descubrí que ayudar a los demás me llena y me hace muy feliz y que el verdadero valor de las personas no está en su bolsillo sino en su corazón.» David Santoro
«Una vez el Papa Francisco dijo «Un poco de misericordia cambia al mundo, lo hace menos frío y más justo»… pero, ¿Qué es misericordia?
Seguramente, todos tenemos nuestra propia definición de misericordia. Para mi, la misericordia es ese acto divino de darse a los demás, de conmoverse con nuestro alrededor. Es compadecerse con aquellos que tienen necesidad, pero más que un sentimiento, la misericordia es una práctica.
Entonces, basándonos en nuestro concepto de misericordia, ¿Hemos sido misericordiosos alguna vez?
Quizás no lo parezca, pero la misericordia está en todas partes. Cuando ayudas a tu mamá a cocinar, cuando le explicas a tu amigo esa clase de matemática que no entendió o, simplemente, cuando limpias las lágrimas de tu hermanito que se cayó.
Justo ahí estás siendo misericordiosos y justo ahí, en esos actos tan sencillos, está Dios, y es que Dios está en donde las personas actuan con Misericordia.
Desde mi experiencia, cada vez que actuamos de manera misericordiosa, movemos el mundo, encendemos esa lucecita que le hace ver a la gente que todo va a estar mejor. Les hacemos entender que Dios está aquí, con nosotros y para nosotros.
Y es así como aportamos nuestro granito de arena para reconstruir nuestro mundo, ese mundo que está tan necesitado de esos pequeños actos de misericordia, ese mundo que está tan necesitado de Dios.
Luego de eso, te darás cuenta de que la misericordia resulta ser una parte esencial de nuestra vida, sólo depende de nosotros llevarla a cabo o no.» Dana Hurtado
«Una felicidad única y asombrosa, así describo mi experiencia. Campamento Misión me encantó. Ver como las personas son afectadas por nuestra llegada, me conmovió inmensamente. En la comunidad de la Curia se respiraba la esperanza de mejora y la fe de Dios, que aunque en algunos caso era débil, se sentía el deseo que tenían de creer y confiar en la fe. Por ello y por mucho más, esta experiencia me hizo reconciliarme con Dios, darme cuenta que Él se encuentra en las personas, en las acciones y hasta en los detalles más mínimos de la vida. Y vivir la alegría que da ayudar y ver a las personas de San Mateo y La Curia felices, es una de las sensaciones más gratificantes que he sentido. Agradezco mucho esta oportunidad y espero volver a Campamento Misión los siguientes años.» Yubranska Benic