SANTIDAD
La santidad es la meta
que Dios soñó para ti,
si te conformas con menos
nos has aprendido a vivir.
El santo sabe que Dios
es su Padre y que le quiere;
se deja amar por El
y en ese amor permanece.
Se nutre de lo que es bueno,
a hacer el bien se dedica;
se preocupa por crecer
en la gracia cada día.
Goza con hacer felices
a los que están a su lado
y se entrega y sacrifica
para poder ayudarlos.
Reconoce que sus dones
son regalo recibido:
los cultiva con esfuerzo,
para ponerse al servicio.
Dios es Padre y él es hijo,
los hombres todos hermanos.
son Cristo con nuevo rostro
y es un deber respetarlos.
Ponte cada día al sol
de la mirada divina;
déjate mirar por Él
como lo hizo María.
Pregúntale cada día
qué es lo que quiere de ti.
hazlo vida con tu esfuerzo
y dedícate a servir.
Los milagros El los hace
con tus dones entregados
si te dedicar a ser
instrumento entre sus manos.
Margarita Chico, RCM