«¿Cómo vive una concepcionista esta Navidad? ¡Regalando Alegría!
La vida puede ser opaca, gris y uno puede pasar desapercibido en todos los espacios que visita. Así vive alguien que tiene el corazón triste, alguien que no ha sido tocado por Jesús de Nazaret, que nunca se ha sentido preferido. Un corazón alegre, generoso, optimista es un corazón cuya base son las manos de Dios, esa es mi experiencia. Mi alegría nació en el momento en el que Jesús me abrazó y me hizo entender que la vida se debe entregar porque Él siempre nos compensará y multiplicará aquello que hemos dado, acompañándonos y ayudándonos a seguir adelante ante las adversidades. Hoy vivo con más alegría porque he descubierto a un Dios presente, a través de varios encuentros y experiencias concretas. La Navidad para mí significa alegría, esperanza y celebración pero no es algo basado en cosas superfluas como festejos sinsentido y regalos exagerados… Para mí va más allá de eso: La Navidad es la alegría de esperar el nacimiento del Niño Jesús ¿Qué puede ser más emocionante que eso? Se me enternece el corazón cada vez que llega diciembre, ese sentimiento no se compara con nada.¡Jesús es mi verdadera alegría! Él es el Enmanuel que me invita a salir a las calles regalando sonrisas y gestos, a estar presente y envolver a las personas que quiero en abrazos, a dar alivio al desespero que algunos sienten, a ayudar a la gente a encontrar esa luz que todos buscan en el arbolito, pero que solo encontrarán en el pesebre, esa luz que ablanda el corazón y calienta el alma, el Dios con nosotros que abraza toda nuestra vida vida».
Elaborado por Yenia «Piru» Martinez
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